¡Ya regresé!.
Ahora, les cuento.
Entre que no había pasaje, entre que no tenía donde quedarme, y en el trámite de unos arreglos con la facultad, no sabía si iba a irme, pero me fui... al Sur del Sur. Estuve entre Argentina y Uruguay (Buenos Aires y Colonia).
Evan, tu país es muy hermoso.
El único problema fue que desde el momento en que pisé esas lejanas tierras, no pude conectarme más de cinco minutos; todo debido al tiempo, líos que arreglar, y una fellow bloguera que se tomó la única computadora del hotel. Y cuando digo tomar me refiero al ritmo de batalla de legiones romanas: invencible, terca, decidida; yo con la paciencia al límite.
Tengo mucho que contar de Buenos Aires, tengo que contar sobre la luz color caramelo, los edificios imponentes, los balcones cinematográficos, las avenidas abiertas, el calor de verano, la relación de los porteños con sus vecinos de raza felina... y el otro lado, con las duras paradojas económicas y los bemoles que implican una gran ciudad.
No pude ver tanto de Uruguay como hubiera querido, pero lo que me asombró, al menos del sitio en donde estuve, es la calidad literalmente oriental que tiene. Es especia, canela, calor, y un aire extrañamente selvático. No sé si alguien que haya visitado ese país tiene esa sensación, pero yo no me la quité de encima ni siquiera en el momento en que volví a Buenos Aires.
Estoy muerta de cansancio a causa de un viaje aéreo de siete horas, acompañado de un coro griego de llantos infantiles. No me malinterpreten, me encantan los enanos, solo que a la segunda hora de gritos consecutivos de cinco criaturas empecé a entender la lógica de Herodes. Alguien debe disciplinar a esos tales índigos.
A eso se añade mi odio a los aviones. No creo en esos pájaros de acero: si el buen Señor quiso que no tengamos alas, entonces, hay que escucharlo, demonios. Mi tatarabuela hondureña solía caminar renqueando a la ventana para ver despegar a los aviones. Los miraba con la sospecha de quien conoce la calidad de lo que ve. Luego se dirigía a su prole con su carita arrugada de nonagenaria y decía "esho es pura obra de Sataná". Una mujer sabia.
Mi vuelo fue como subirse a una montaña rusa, con avisos de turbulencia cada quince minutos, y un sacudón que nos bajó un par de cientos de pies de altura. Promesa que en ese momento pasaron ante mis ojos mi vida, imágenes de uruguayos perdidos en los Andes, y la mirada de miedo contenido de la tripulación de cabina. Resulta que había sido, según el capitán, "una pequeña corriente de aire frío que no pudimos predecir".
Predecir tus calcetines. Casi me da un ataque.
Por suerte, llegué sana y salva, cargada de alfajores y un adictivo licor de dulce de leche. Llegúe para iniciar el 2008, lista para ver que me trae esa maligna cifra. Risas a la vida y a las penas, guitarrazos, dicen por ahí.
Así que Feliz año para todos. Ya les describiré mis postales bonaerenses.
Ahora, les cuento.
Entre que no había pasaje, entre que no tenía donde quedarme, y en el trámite de unos arreglos con la facultad, no sabía si iba a irme, pero me fui... al Sur del Sur. Estuve entre Argentina y Uruguay (Buenos Aires y Colonia).
Evan, tu país es muy hermoso.
El único problema fue que desde el momento en que pisé esas lejanas tierras, no pude conectarme más de cinco minutos; todo debido al tiempo, líos que arreglar, y una fellow bloguera que se tomó la única computadora del hotel. Y cuando digo tomar me refiero al ritmo de batalla de legiones romanas: invencible, terca, decidida; yo con la paciencia al límite.
Tengo mucho que contar de Buenos Aires, tengo que contar sobre la luz color caramelo, los edificios imponentes, los balcones cinematográficos, las avenidas abiertas, el calor de verano, la relación de los porteños con sus vecinos de raza felina... y el otro lado, con las duras paradojas económicas y los bemoles que implican una gran ciudad.
No pude ver tanto de Uruguay como hubiera querido, pero lo que me asombró, al menos del sitio en donde estuve, es la calidad literalmente oriental que tiene. Es especia, canela, calor, y un aire extrañamente selvático. No sé si alguien que haya visitado ese país tiene esa sensación, pero yo no me la quité de encima ni siquiera en el momento en que volví a Buenos Aires.
Estoy muerta de cansancio a causa de un viaje aéreo de siete horas, acompañado de un coro griego de llantos infantiles. No me malinterpreten, me encantan los enanos, solo que a la segunda hora de gritos consecutivos de cinco criaturas empecé a entender la lógica de Herodes. Alguien debe disciplinar a esos tales índigos.
A eso se añade mi odio a los aviones. No creo en esos pájaros de acero: si el buen Señor quiso que no tengamos alas, entonces, hay que escucharlo, demonios. Mi tatarabuela hondureña solía caminar renqueando a la ventana para ver despegar a los aviones. Los miraba con la sospecha de quien conoce la calidad de lo que ve. Luego se dirigía a su prole con su carita arrugada de nonagenaria y decía "esho es pura obra de Sataná". Una mujer sabia.
Mi vuelo fue como subirse a una montaña rusa, con avisos de turbulencia cada quince minutos, y un sacudón que nos bajó un par de cientos de pies de altura. Promesa que en ese momento pasaron ante mis ojos mi vida, imágenes de uruguayos perdidos en los Andes, y la mirada de miedo contenido de la tripulación de cabina. Resulta que había sido, según el capitán, "una pequeña corriente de aire frío que no pudimos predecir".
Predecir tus calcetines. Casi me da un ataque.
Por suerte, llegué sana y salva, cargada de alfajores y un adictivo licor de dulce de leche. Llegúe para iniciar el 2008, lista para ver que me trae esa maligna cifra. Risas a la vida y a las penas, guitarrazos, dicen por ahí.
Así que Feliz año para todos. Ya les describiré mis postales bonaerenses.
11 comentarios:
Gilda, así estuviste aquí cerquita, buehhh a 220 kms de donde yo vivo!
Tu descripción de Bs As, es exacta, así tal cual es... yo la relaciono con el olor al café y los bares con las mesas en las veredas...
Uruguay es precioso, es como un jardín, Coloina es una de las ciudades que más me gusta!
Volveré a que me sigas contando ;)
Un beso y feliz año!
:)
Borges, nuestro abuelito espiritual decía que ser porteño es un inevitable acto del destino. Pues es un honor que hayas llegado a ese ditio misterioso y lejano. Y rocker por excelencia, of course. Y el recuerdo de Tita, nuestra venerable bisabuela, es otro recuerdo de esos imbatibles... cuanto y cuan poco sabemos de ella.
Gilda!!!
Hola estimadisima...
Que bueno que hayas regresado y que envidia; me encanta Buenos Aires, y debo volver allá, el sur tiene un lindo encanto (Argentina y Chile, por desgracia uruguay no conozco). Que tengas tu tmbn un excelente 2008 y nos veremos.
PS: invitación para reunión blogger del sector de Quito para el 18 o 25 de enero, por confirmar fecha y que hacer, pero la locación propongo cerca de tumbaco, avisarás si te interesa :D
pues feliz año!! y que lindo que es viajar no? asi sea al pueblito más cercano, es como entrar en mundos desconocidos
...caracho, pero como viajan este par de hermanos eh!
Que envidia.
Feliz año Gilda, que este 2008 supere todas tus expectativas niña ;)
¿y qué me dices de la cantidad de libros que se pueden encontrar en Buenos Aires?. Esa ciudad siempre me llenó de buenas vibras y de hermosos recuerdos.
Un saludo y feliz año.
Gilda, pásate por aquí ;)
http://audiowolf1.blogspot.com/
Feliz añooo
que estas epocas sean de lo mejor y como veo que sigas con los pies en la tierra...jajajaja..
¡¡¡alfajoressssss!!! ¡¡que buenos son!!
La verdad no he salido del país,a si que no puedo comentar como es por alla... la verdad tengo muchas ganas de conocer argentina...
saludos
Algunas puntualizaciones
- quien rayos necesita interet cuando tiene toda una ciudad y una cultura por conocer, seguro la fellow blogger o era de por ahi mismo o simplemnete una alienada
- el extremo sur del continente es una de las aventuras mas grandes que te pudiste haber dado en la vida
- No existen los niños indigo, son hijos de gente que fue majadera en la infancia y ahora de viejos les falta huevos para hacerse respetar
- para un viaje largo en avion nada mejor que una pildora para dormir... asi solo te das cuenta cuando llegas a tu destino... o ya de plano no te das cuenta de nada nunca mas
- lo mejor para vos en el nuevo año y siempre y a ver si el 26 en la casa del Ursus nos llevas algunos alfajores y ese licor de dulce de leche, esta vez no te puedes barajar
Gil
Invitación a la reunión de bloggers en mi blog: gandho.blogspot.com
Irás confirmando, y sería hcévere q vayas en representación de tu hermano Sr. Migrante... je je je....
Saludos
Y el año se fue y lo disfrutamos.
Aun asi volar siempre fue un sueño que todos buscamos realizar, no esta de mal un poco de sacrificio por esa sensación.
“Claro esta que nunca miraria por ninguna ventanilla en ningun vuelo”
Y sobre los peques …nah no digo nada a veces son adorables y otras veces son el demonio en persona, por que no pueden quedarse dormidos todo el tiempo y ser tan tiernos???.
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