Confesión: una de mis películas favoritas es El mago de Oz, con todo y Judy Garland, las zapatillas de rubíes, Over the Rainbow, y efectos especiales que hoy en día son risibles. A pesar de la sobreactuación, la bruja de cara verde y el mono alado que me daban pesadillas, aún me encanta el hecho de que el camino a casa siempre esté dentro de tí. Al menos, esa era la filosofía Dorothy de la vida.
¿Qué es un hogar? El sitio donde eres feliz, dicen algunos, pero pienso que también es donde sufres, te mueres de las iras y deseas el holocausto atómico para quienes te caen mal. El hogar es donde conoces, amas y te dejan. Donde reconoces cada esquina como la palma de tu mando; el sitio que a veces quisieras que desapareciera, aunque luego te arrepientas porque a pesar de todo, no hay lugar como el hogar.
Mi hogar no es Kansas ni la Ciudad Esmeralda, aunque tenemos un mago de Oz nacional que grita muy fuerte, tratando de gobernar con la ayuda de un micrófono y parafernalia mecánica. Mi hogar es la Quito city, que va para sus 500 años de fundación, y que el 6 de diciembre próximo, tiene otro cumpleaños. Eso, en quiteño coloquial, significa farra loca.
En mi mocedad, cuando estaba en el colegio, la fiesta de fundación de Quito era la única época en que las monjas que se encargaron de mi educación, y a quienes les pasaré la cuenta de mi psicoanalista, bajaban de sus alturas místicas y se acercaban a los pecadores mortales. El cinco de diciembre (la víspera del feriado), abrian las jau... aulas, y nos dejaban celebrar a la city con un programa. Debo decir que me divertía mucho ese día, incluso si debía celebrarlo bajo la mirada inquisidora de la rectora, pronta a terminar con cualquiere exceso de música y jolgorio.
¿Qué es un hogar? El sitio donde eres feliz, dicen algunos, pero pienso que también es donde sufres, te mueres de las iras y deseas el holocausto atómico para quienes te caen mal. El hogar es donde conoces, amas y te dejan. Donde reconoces cada esquina como la palma de tu mando; el sitio que a veces quisieras que desapareciera, aunque luego te arrepientas porque a pesar de todo, no hay lugar como el hogar.
Mi hogar no es Kansas ni la Ciudad Esmeralda, aunque tenemos un mago de Oz nacional que grita muy fuerte, tratando de gobernar con la ayuda de un micrófono y parafernalia mecánica. Mi hogar es la Quito city, que va para sus 500 años de fundación, y que el 6 de diciembre próximo, tiene otro cumpleaños. Eso, en quiteño coloquial, significa farra loca.
En mi mocedad, cuando estaba en el colegio, la fiesta de fundación de Quito era la única época en que las monjas que se encargaron de mi educación, y a quienes les pasaré la cuenta de mi psicoanalista, bajaban de sus alturas místicas y se acercaban a los pecadores mortales. El cinco de diciembre (la víspera del feriado), abrian las jau... aulas, y nos dejaban celebrar a la city con un programa. Debo decir que me divertía mucho ese día, incluso si debía celebrarlo bajo la mirada inquisidora de la rectora, pronta a terminar con cualquiere exceso de música y jolgorio.
La fiesta en la ciudad es todo un trámite: la Reina de Quito se elige, chivas llenas de borrachitos corren por las calles. Los toros vienen y se van entre el aplauso de los amantes de la tauromaquia y el fruncimiento de quienes, la verdad, prefieren ver muerto al torero antes que al toro. El alcalde aparece con sonrisa de chancho hornado en la tele y hay un ambiente de total, pero deliciosa improductividad en el ambiente. Sweet December.
Claro, si pones la cosa en perspectiva, y escuchas los análisis sobre el tema, las fiestas toman un tono bastante oscuro. Toros, reinas de belleza, pasillos, y una españolidad que se celebran, dicen, sobre un pasado indígena que no se quiere recordar. Una ciudad española construída encima de las cenizas calientes de una ciudad indígena. ¿Un mestizaje doloroso que se fundamenta entre el canelazo y los gritos de la Plaza de Toros? ¿o un justo homenaje a la sobrevivencia de esta ciudad?Y en ese relajo, muchos quieren irse. Algunos, de hecho, toman sus cuatro tereques y dice "ta luego". Van a las Europas, a Gringolandia... Creo, sin embargo, que siguen llevando esta ciudad montañosa dentro de ellos. Todo puede pasar; incluso yo misma, como para convencerme completamente de que este sitio es mi hogar, tal vez tenga que partir ("Toto, tengo el presentimiento que ya no estamos en Kansas") y pasar mi viaje, con brujas, leones, espantapájaros y hombres de hojalata. Todo para darme cuenta ("¡Ríndete, Dorothy!"), que si quiero conocer mi verdadero sitio, donde todos los deseos se vuelven realidad, solo tengo que mirar al patio de mi casa.
Probablemente, Oz es solo un sueño, y Quito sea lo que encuentre al abrir la ventana.
5 comentarios:
...mira Gilda.
Yo nunca me sentí arraigado a ningún sitio, pero te digo algo que es real...he viajado mucho, he estado en las ciudades estereotipadas como las más bellas del mundo, también industrializadas y tuve el chance de conocer las culturales también. A que va esto? pues te cuento que podrán tener lo que quieran, las nenas o museos mas bellos, metros, puentes, teatros, pero NINGUNA, NINGUNA con el clima de Quito.
Es sin duda el clima perfecto...aquí no necesitas vestuario especial para ninguna época del año, puedes practicar tu deporte favorito al aire libre en La Carolina cualquier mes.
Será que nací aquí pero no concibo vivir en otra parte del mundo...y Gilda, has sentido la brisa tibia de una tarde en la Mitad del Mundo?
Perfect place!, si, home, sweet home...
Gilda, describís Quito de una manera, que es casi como una invitación a conocerlo...
Sé que tienen una bellísima ciudad y muy linda gente, al menos los que conozco son adorables :)
Cada uno hace de su hogar un mundo y del mundo un lugar...
Un beso, Gilda!!
"Sweet December" No sé porque siempre me parece que diciembre es el mes del que más se habla.
Hoy estaba viendo cuan "improductivo" resulta realmente diciembre, según el cronograma de clases de mi Demoño, no tiene clases desde mañana hasta el lunes y después sale a vacaciones el 22 y regresa el año que viene...
"There's no place like home" jejejeje... Es cierto, solo hay que seguir el camino de los ladrillos (en otras versiones baldosas) amarillos y llegar.
Saludines!
Yo soy hijo de Kito. De ese, con K, el de los Miletos. Por que Kito City pa mi es rock and roll, paranoia, ausencias y desamores. Por que ahi encontre amigos sin errores y noches de malhechores. Por que ahí aprendi a trabajar, a vivir, a entenderme. El idilio con la ciudad de los sobrevivientes es total. Y sí como dice el Carlos, el viento de la Mitad del Mundo es dulce como la miel (má si esta acompañada de un poco de jack Daniels)
Ahí morire. Por que Quito te llama. Como la sangre
ahhh... lindo Quito
Yo también siento a Quito mi hogar. El hogar es ese lugar al que te sientes arraigado, y nadie me mueve de estos andes de valles y montañas, de escarpado paisaje y espírito volcánico; que tiene gran herencia indígena, olvidada un poco, y mucho de injerencia española. Quito también es adorable por su gente, su clima, ser ciudad cosmopolita realmente,... sino ¿porqué nos dieron el primer patrimonio cultural de la humanidad? a parte de ser premio consuelo a un país tercermundista, si vino en mérito a la ciudad que fue y es,....
Viva Quito hoy, en sus lluvias, soles, granizadas, vientos, fiestas y no fiestas....
Saludos Gilda,...
PS. las veces que he andado de migrante en otros sitios, como lo está ahora tu hermano extrañaba demasiado a mi Quito, por más que la otra ciudad sea impresionante...
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