miércoles, 20 de febrero de 2008

Una ejecución, recuerdos y el omnipresente conejo rosa


-Madre: ¡ya lo hiciste! ¿lo mataste mismo-mismo?
-Padre: sí, lo maté, pero...espera... no sé, creo que aún se mueve
(silencio)
-Madre: Ya ves, yo misma tengo que hacerlo.
-Padre: Nop.. a veeer... mmm, creo que se cayó la mitad del cuerpo. Sí, esta muerto.
-Madre: ¡Úju!

Ese, Interné, no fue Masacre en Texas; fue un diálogo de mis padres, el cual escuché el día de ayer. Estaban ejecutando a un zancudo de la cocina, bastante terco e imprudente.

Últimamente he pensado en lo rara que es mi vida. No rara a lo realismo mágico, ni rara como “vamos a hacer una quimera entre un ratón y una planta de marihuana”. Sino… bastante peculiar.

- Los juegos de la “bomba atómica” y la “fosa común” en el parque de la U (ah, la catatonia…)
- Mi capricho infantil: de enana, me dio por no comer cosas blancas. Nada de queso, leche, o jugo de guanábana; el arroz debía ser de colores, y del huevo, solo la yema. Mi madre era una santa.
- Las palabras y frases propias o apropiadas que son mi idioma oficial: “el hacehuecos” (perforadora), “el ponegrapas” (grapadora), “la copiadora” (impresora), “el bicho para coger otros bichitos” (clips). También están los clásicos que me regalaron los panas, como "la bronquitis alternativa" (neumonía atípica) y “el dinosaurio de Kosovo” (dragón de Comodo)… ¿recordáis esos tiempos niñas iconoclastas?

Y sigue y sigue... Como el conejo rosa y anfetamínico de Energizer (tambor, tambor). Las pequeñas locuras son parte del campo electromagnético que cada uno. Tu mundo aparte frente a la supuesta normalidad. Eso de andar con la nariz larga, el profesionalismo a cuestas y cara de póquer, no va conmigo.

Subo a la caja de jabón: La vida es un proceso en el que uno comparte cosas, incluyendo nuestras propias excentricidades. Sin eso, todo es antinatural. Bajo de la caja.

No sé, hoy las caretas me cabrearon. Eso sí, todo bien, ya me voy a sonreír nuevamente, aunque sea me reiré de mí misma, y estaré atenta a los diálogos deliciosos y poco coherentes que hay a mi alrededor.

No quería poner la foto del conejo rosa, así que les pongo una ilustración de un elefante rosa (viejo amigo del alucinógeno). El dibujo de Gina y Matt (http://ginaandmatt.com/) representa bastante el actual estado espiritual de esta servidora.

En fin, y esto como nota aparte, este blog tendrá una reingeniería profunda. Es decir, no más blanco (ni siquiera es un color). Así que ya tendrán cosas nuevas por aquí, ninios. Agur.