lunes, 26 de julio de 2010

El Infinito, su servidora, y Blogspot


Photo credit: PatriciaEGreen from morguefile.com

Últimamente el Universo y yo hemos tenido largas conversaciones, normalmente a medianoche, entre que llego a mi casa, como, me lavo los dientes y me instalo a pensar un poco en qué diablos sucede con mi existencia, esa cosa que palpita alrededor de mails, llamadas y fechas tope de entrega.

Por suerte el Universo-San se queda calladito y escucha (gracias a Dios, imagínense si me contestara de vuelta). Ahora, sé que el pana probablemente hace garabatos en su libreta, piensa en su declaración al SRI o caza moscas con sus palillos mientras yo estoy en mi meditación trascendental. Sin embargo, es bueno hablar con Don Universe: el amigo es infinito y tiene unas orejas bastante amplias. Aguanta todo, como lo hace el papel.

Eso sí, no sé por qué mi imagen antropomórfica del Universo tiene la pinta del Sr. Miyagi. Mil disculpas por esta referencia a mi niñez de los ochentas.

En todo caso, en uno de esos monólogos acompañados de café se me ocurrió la idea de volver a este blog, porque el hecho de lanzar estas observaciones sobre el mismo Universo al Ciberespacio es, tal vez, precisamente lo que necesito. Se han ido muchas cosas, han cambiado muchas miradas y el cielo ya no es el mismo. Sin embargo, las palabras rondan por ahí, igualitas. Son todavía las columnas de lo que es y de lo que no es, pero que nombramos para que sea.

Por eso, vuelvo a escribir aquí, para tener bases y no perderme en el Infinito, para poder hablarle al Universo en un mejor idioma. Ahora Su Gran Eternidad está despertándose después de haberse quedado dormido con mi perorata, y me mira extrañado de que no le esté dirigiendo a él mismo lo que escribo. Por el momento, lee sobre mi hombro. Pongo "guardar ahora", por si acaso.

Pronto me iré a dormir, y el Universo tendrá que ir a cuidar que el planeta gire y rote en el transcurso de la noche (o a cuidar de sus bonsais, lo que le parezca más urgente). Mientras tanto, yo espero que mañana sea lo mismo y sea diferente; que nuevas historias aparezcan. Tiene que ser así, el Universo funciona porque no se aburre; alguien le tiene que contar algún chisme: las vidas humanas somos su droga, placer y combustible. Sin él no somos, sin nosotros, él no es.
Bonne Nuit, Petit.

1 comentario:

Unknown dijo...

Eres brillante mujer